jueves, mayo 22, 2008

->[ AUMÉNTANOS LA FE]<-

Dijeron los apóstoles al Señor: -Auméntanos la fe-. (Lucas 17:5).


(GUSTAVO): Cuando éramos niños en Cristo, es decir, cuando recién nos convertimos al cristianismo tras haber aceptado a Jesús como nuestro Señor y Salvador, nuestra fe era muy grande. De hecho el más grande de nuestros problemas lo veíamos insignificante comparado con nuestro Dios. El gozo constante (2 Corintios 5:17): De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es: las cosas viejas pasaron; todas son hechas nuevas. Hacía que todas esas preocupaciones que antes ocupaban nuestra mente, estuvieran minimizadas por la nueva experiencia que como recién nacidos en Cristo, estábamos viviendo.

Sin embargo conforme el tiempo pasa, nuestras angustias, temores y afanes van tomando fuerza, crecen y crecen cada día más, al extremo que una vez más, nuestra fe se ve minimizada por los problemas, y entonces pareciera que, de ser Cristianos espirituales es decir de corazón; pasamos a ser Cristianos intelectuales, es decir que nuestra mente acepta la existencia y presencia de Cristo pero no así nuestro corazón. Consecuentemente sufrimos de la aflicción constante y nos empezamos a ahogar poco a poco en nuestro mar de problemas.

No quisiera que te sientas mal por padecer de esta debilidad, pues los mismos apóstoles que vivían con Jesús se sentían débiles al grado que le pidieron tácitamente “auméntanos la fe” (Lucas 17:6): Entonces el Señor dijo: -Si tuvierais fe como un grano de mostaza, podríais decir a este sicómoro: "Desarráigate y plántate en el mar", y os obedecería.-. Esa débil fe que en ese momento mostraron los apóstoles, posteriormente fue fortalecida, ellos mismos expresaron: “... (2 Corinitos 4:8-9): estamos atribulados en todo, mas no angustiados; en apuros, mas no desesperados; perseguidos, mas no desamparados; derribados, pero no destruidos”. ¿Cuál era su secreto?, ¿Cómo se vio su fe aumentada de tal forma que aseguraban estar atribulados, en apuros, perseguidos y derribados?, ¿no es acaso lo mismo que sentimos nosotros a veces?. Sin embargo los apóstoles aclararon que pese a ello se sentían: no angustiados; no desesperados; no desamparados y no destruidos.

La respuesta a nuestra incógnita esta en la siguiente porción bíblica, continuación de la anterior que dice (2 Corinitos 4:10): ´´Donde quiera que vamos, llevamos siempre en el cuerpo la muerte de Jesús, para que también la vida de Jesús se manifieste en nuestros cuerpos´´. En otras palabras los apóstoles tenían presente en sus mentes y en sus corazones el sacrificio en la cruz del Señor Jesucristo, habiendo sido comprados por su muerte, ahora permitían que el Señor Jesús viviera en ellos. Los problemas no ocuparon nunca, el espacio de Jesús en sus corazones, Jesucristo nunca fue desplazado de sus mentes ni de sus vidas por ningún problema por grande que este fuera.

¿No podemos hacer lo mismo y ver aumentada nuestra fe?. Creo que bien vale la pena el renovar nuestra confianza en Dios, invitando a Jesús para que reordene nuestra vida, no olvides que Jesucristo es el mismo ayer, y hoy, y por los siglos (Hebreos 13:8), por lo tanto sí Él hacía sentir victorioso a aquellos apóstoles, también lo hará con nosotros.

Para concluir esta meditación te animo a reflexionar en el siguiente texto que por sí solo se explica: (1 Juan 5:1-5):

  • La fe que vence al mundo

    1.- Todo aquel que cree que Jesús es el Cristo es nacido de Dios; y todo aquel que ama al que engendró ama también al que ha sido
    engendrado por él.
  • 2 En esto conocemos que amamos a los hijos de Dios, cuando amamos a Dios y guardamos sus mandamientos,
  • 3 pues este es el amor a Dios: que guardemos sus mandamientos; y sus mandamientos no son gravosos,
  • 4 porque todo lo que es nacido de Dios vence al mundo; y esta es la victoria que ha vencido al mundo, nuestra fe.
  • 5 ¿Quién es el que vence al mundo, sino el que cree que Jesús es el Hijo de Dios?. Dios te bendiga

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¡¡¡¡Te coronamos!!!! (1)

[LOS 10 MANDAMIENTOS] = {Parte 3}



¡¡¡¡OK!!!! [1]