miércoles, enero 21, 2009

[2] MARÍA => Madre de Jesús

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María Madre De Jesús [Parte 3 y Parte 4]
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[2] El Nacimiento de Jesús
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Infancia de Jesús


Lucas 2




Nacimiento de Jesús

1 .-Aconteció en aquellos días, que se promulgó un edicto de parte de Augusto César, que todo el mundo fuese empadronado.

2.- Este primer censo se hizo siendo Cirenio gobernador de Siria.

3.- E iban todos para ser empadronados, cada uno a su ciudad.

4.- Y José subió de Galilea, de la ciudad de Nazaret, a Judea, a la ciudad de David, que se llama Belén, por cuanto era de la casa y
familia de David;

5.- para ser empadronado con María su mujer, desposada con él, la cual estaba encinta.

6.- Y aconteció que estando ellos allí, se cumplieron los días de su alumbramiento.

7.- Y dio a luz a su hijo primogénito, y lo envolvió en pañales, y lo acostó en un pesebre, porque no había lugar para ellos en el mesón.



Los ángeles y los pastores





8.- Había pastores en la misma región, que velaban y guardaban las vigilias de la noche sobre su rebaño. [Los primeros en recibir el anuncio del nacimiento de Jesús fueron los pastores. Como en otros lugares del evangelio, los pobres y los humildes son escogidos para recibir los privilegios de Dios.]

9.- Y se les presentó un ángel del Señor y la gloria del Señor los rodeó de resplandor, y tuvieron gran temor.

10.- Pero el ángel les dijo:
--No temáis, porque yo os doy nuevas de gran gozo, que será para todo el pueblo:

11.- que os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un Salvador, que es Cristo [Es Cristo: título que en hebreo equivale a la palabra Mesías que significa ungido.] el Señor. [Señor: palabra que en griego, al igual que en castellano, puede usarse como título de cortesía. También se utilizaba como traducción del nombre divino]

12.- Esto os servirá de señal: hallaréis al niño envuelto en pañales, acostado en un pesebre.

13.- Repentinamente apareció con el ángel una multitud de las huestes celestiales, que alababan a Dios y decían:

14.- «¡Gloria a Dios en las alturas y en la tierra paz, buena voluntad para con los hombres!»[ Buena voluntad para con los hombres:
Otros ms. dicen: paz entre los hombres de buena voluntad. Otra posible traducción: entre los hombres que gozan de su favor. Lo más probable es que la expresión buena voluntad se refiera al favor de Dios, y no a la buena voluntad de las personas.]

15.- Sucedió que cuando los ángeles se fueron de ellos al cielo, los pastores se dijeron unos a otros:
--Pasemos, pues, hasta Belén, y veamos esto que ha sucedido y que el Señor nos ha manifestado.

16.- Vinieron, pues, apresuradamente, y hallaron a María y a José, y al niño acostado en el pesebre.

17.- Al verlo, dieron a conocer lo que se les había dicho acerca del niño.

18.- Todos los que oyeron, se maravillaron de lo que los pastores les decían.

19.- Pero María guardaba todas estas cosas, meditándolas en su corazón.

20.- Los pastores se volvieron glorificando y alabando a Dios por todas las cosas que habían oído y visto, como se les había dicho.





MARIA

LA MADRE DE JESUS



Por: Jesús Peláez




MARIA EN EL EVANGELIO DE MARCOS





Al leer el Evangelio de Marcos sorprende la casi absoluta carencia de datos respecto a María. Marcos, de entrada, no habla del nacimiento e infancia de Jesús, como lo hacen Mateo y Lucas. Su evangelio comienza con la predicación de Juan Bautista.

En este evangelio se llama a María por su nombre una sola vez y en un contexto en el que la figura de María no aparece especialmente relevante, reducida a la categoría de una madre más del pueblo:

¿No es éste el carpintero, hijo de María, hermano de Jacobo, de José, de Judas y de Simón? ¿No están también aquí con nosotros sus hermanas? Y se escandalizaban de él. Mas Jesús les decía: No hay profeta sin honra sino en su propia tierra, y entre sus parientes, y en su casa. (Marcos 6,3-4).

Los presentes se refieren a Jesús sin pronunciar su nombre y sustituyéndolo por el pronombre "éste", de claro matiz despectivo. De Jesús se dice que es el hijo de María, no aceptado por la mayoría de los asistentes a la sinagoga, que cuestiona sus palabras y su actividad: Y no pudo hacer allí ningún milagro, salvo que sanó a unos pocos enfermos, poniendo sobre ellos las manos. (Marcos 6, 5).

Ante esta situación, la respuesta de Jesús es tajante:

Mas Jesús les decía: No hay profeta sin honra sino en su propia tierra, y entre sus parientes, y en su casa (Marcos 6,4).

Con anterioridad a esta escena, Marcos se refiere a la madre de Jesús sin decir su nombre: Vienen después sus hermanos y su madre, y quedándose afuera, enviaron a llamarle. Y la gente que estaba sentada alrededor de él le dijo: Tu madre y tus hermanos están afuera, y te buscan. El les respondió diciendo: ¿Quién es mi madre y mis hermanos? Y mirando a los que estaban sentados alrededor de él, dijo: He aquí mi madre y mis hermanos. Porque todo aquel que hace la voluntad de Dios, ése es mi hermano, y mi hermana, y mi madre. (Marcos 3,31-35).

Aparecen aquí dos grupos de personas: uno, el formado por la madre y hermanos de Jesús, que no entra donde está Jesús, sino que, desde fuera, lo manda llamar; otro, el de la multitud, que adopta la postura del discípulo: sentada a en torno a él, en actitud de escucha.

La madre y hermanos de Jesús no se encuentran entre este grupo ni, por tanto, en actitud de oír la enseñanza de Jesús. Están más en línea con la escena anterior: Jesús fue a casa y se reunió de nuevo tal multitud de gente que no podía ni comer. Al enterarse los suyos se pusieron en camino para echarle mano, pues decían que había perdido el juicio"

Los suyos consideran que Jesús no está en sus cabales y tratan de impedir su actividad, actuando en línea con los círculos de influencia de Jerusalén de cuya ideología participan: Pero los escribas que habían venido de Jerusalén decían que tenía a Beelzebú, y que por el príncipe de los demonios echaba fuera los demonios. Y habiéndolos llamado, les decía en parábolas: ¿Cómo puede Satanás echar fuera a Satanás? Si un reino está dividido contra sí mismo, tal reino no puede permanecer. Y si una casa está dividida contra sí misma, tal casa no puede permanecer. Y si Satanás se levanta contra sí mismo, y se divide, no puede permanecer, sino que ha llegado su fin. Ninguno puede entrar en la casa de un hombre fuerte y saquear sus bienes, si antes no le ata, y entonces podrá saquear su casa. De cierto os digo que todos los pecados serán perdonados a los hijos de los hombres, y las blasfemias cualesquiera que sean; pero cualquiera que blasfeme contra el Espíritu Santo, no tiene jamás perdón, sino que es reo de juicio eterno. Porque ellos habían dicho: Tiene espíritu inmundo. (Marcos 3,22.30).

Sin embargo, del hecho de que Marcos no cite a María por su nombre, sino como "madre", puede deducirse que, en este texto, la madre representa más que una persona física, el origen de Jesús, esto es, la comunidad humana donde se ha criado, y sus hermanos, los miembros de esa comunidad. Marcos no aludiría, por tanto, a la persona concreta de la madre y los hermanos de Jesús, sino que trataría de mostrar con estas expresiones la hostilidad hacia Jesús del ambiente donde había vivido (madre y hermanos).

Esto es todo lo que Marcos dice de la madre de Jesús en su evangelio, donde ésta no sigue ni siquiera de lejos, como Pedro en la pasión (Y Pedro le siguió de lejos hasta dentro del patio del sumo sacerdote; y estaba sentado con los alguaciles, calentándose al fuego.), a su hijo ni tampoco se encuentra entre el grupo de mujeres que observaban de lejos la crucifixión: También había algunas mujeres mirando de lejos, entre las cuales estaban María Magdalena, María la madre de Jacobo el menor y de José, y Salomé, quienes, cuando él estaba en Galilea, le seguían y le servían; y otras muchas que habían subido con él a Jerusalén. (Marcos 15,40-41).