viernes, mayo 04, 2007

Cash Luna [La Envidia]





Madre Teresa de Calcuta: Una vida volcada en los demás

>> La Madre Teresa de Calcuta ha sido beatificada el 19 de octubre de 2003 por Juan Pablo II. Ha sido el proceso de beatificación más rápido de la historia de la Iglesia, un dato que testimonia su fama mundial de santidad.>> Madre Teresa fue y es una de las primeras mujeres que me enseño que nada es imposible para Dios


La vida de Ganxhe Bojaxhiu –futura Madre Teresa- comenzó en el seno de una familia católica albanesa. Fue dentro de la familia, y sobre todo gracias a la intensa religiosidad de su madre, Drana, que en ella se despertó, a sus sólo 12 años, la vocación a la vida religiosa. Ganxhe nació el 26 de agosto de 1910 en Skopje, capital de Macedonia, que en aquel entonces era una pequeña ciudad de veinte mil habitantes bajo el dominio turco, pero que había pertenecido durante mucho tiempo a Albania.

Tuvo dos hermanos mayores Age y Lázaro con quienes se llevó siempre muy bien. Como relata Lázaro que murió en 1981, "a nuestra familia no le faltaba nada porque mi padre tenía un negocio de materiales de construcción, en sociedad con un italiano, y poseía dos casas con jardín".

La pasión política del padre desembocó al parecer en su propia muerte. En 1919, Nikoll Bojaxhiu viajó a Belgrado para participar de una reunión de los nacionalistas albaneses. Al regresar a casa, de noche, dijo a su mujer Drana que se sentía mal. En la madrugada lo llevaron a un hospital con una hemorragia interna y falleció al día siguiente, mientras lo operaban.

Ganxhe tenía entonces nueve años y la familia sospechó siempre que el padre de la futura Madre Teresa había sido envenenado. La desgracia terminó con la prosperidad familiar. El socio italiano liquidó la sociedad y la madre de Teresa debió asumir los gastos de su familia.

"No había cumplido aún 12 años cuando sentí el deseo de ser misionera", contó más tarde la Madre Teresa. "A los pies de la Virgen de Letnice, escuché un día la llamada Divina que me convencía de servir a Dios", dijo muchos años después la Madre Teresa quien confesó descubrir la intensidad del llamado gracias "a una gran alegría interior".

Cuando cumplió 18 años, el llamado a la vocación religiosa se hizo irresistible para Ganxhe y el 25 de septiembre de 1928 partió para siempre de Skopie rumbo a Rathfarnham, en Irlanda, donde se encontraba la casa general del Instituto de la Beata Virgen María. Ganxhe quería ser misionera en la India y el jesuita le había informado que en el Estado de Bengala las monjas de esa congregación hacían una labor excelente. Tras un largo viaje la futura religiosa llegó a la casa de las Damas Irlandesas o Hermanas de Nuestra Señora de Loreto. La acogida fue afectuosa y la estadía en Rathfarnham fue sólo momentánea ya que embarcó rumbo a Bengala. Luego de 37 días en alta mar llegó el 6 de enero 1929.

Durante la primera semana estuvo en Calcuta y de ahí viajó 51 días hasta Dajeerling, al seminario de la Orden. Comenzó a estudiar y cuando llegó la hora de profesar, el 24 de mayo de 1931, eligió el nombre de Teresa.

"Querida mamá, me gustaría mucho estar contigo, Age y Lázaro, pero debo decirte que tu pequeña Ganxhe es feliz... Esta es una vida nueva. Soy profesora y el trabajo me gusta. Todos aquí nos queremos mucho", escribió a su madre Drana, a quien nunca más volvió a ver desde que se fue de Skopje, en 1928. También con estas palabras, la joven albanesa describía concretamente la segunda etapa de su vida, entre los 18 y 38 años de edad, donde ya con el nombre de Teresa, era religiosa de las Damas Irlandesas en la India y profesora de historia y geografía, destinada en apariencia a una vida tranquila.

Tras su desembarco en 1929 en Calcuta, la novicia adolescente tomó otros 51 días de viaje para arribar a Darjeeling, donde estaba el convento de la orden fundada por la misionera Mary Ward. La "pequeña postulante eslava" se empeñó en el noviciado, estudió para enseñar, que era la especificidad misionera de las Damas Irlandesas, y profesó los hábitos en mayo de 1931, a los 21 años. De acuerdo con las constituciones de la Congregación de Loreto, debía cambiar de nombre.

“Elegí llamarme Teresa”, contó años después debido a la figura inspiradora de Santa Teresa de Ávila. "Pero no fue por la grande Teresa que elegí el nombre -dijo-sino por la pequeña: Santa Teresa de Lisieux". La hermana Teresa fue destinada a las cátedras de historia y geografía en el colegio de Santa María, único secundario para muchachas católicas de Calcuta. La escuela estaba reservada a las familias de clase media y alta.

Pronto, su labor se multiplicó y comenzó a enseñar también en el colegio Entally, de su congregación, donde iban chicas pobres. Su trabajo era óptimo y las superioras de la Congregación la nombraron directora escolástica del colegio Saint Mary. Sin embargo ya se vislumbraba su llamado concreto cuando la religiosa empezó a dedicarse a las "Hijas de Santa Ana". Esta era una rama de las monjas de Loreto integrada por hermanas indias de Bengala, que cumplían con la regla jesuítica impuesta por la fundadora Mary Ward.

Las Hijas de Santa Ana vivían con las usanzas bengalíes y sin duda inspiraron mucho a Teresa en su proyecto posterior de dar vida a las Misioneras de la Caridad. Vestían el sari indio tejido en algodón pobre. Comían sentadas sobre la tierra, como en las aldeas de donde provenían, comían con las manos de acuerdo al estilo campesino. Rezaban y meditaban en la capilla sentadas o arrodilladas sobre esterillas. Teresa fue encargada de dirigir la formación espiritual de las Hijas de Santa Ana, que hoy forman una congregación autónoma.

El momento crucial para su vida que la convertiría en la Madre Teresa de Calcuta, se produjo de improviso. Ella misma nos lo cuenta: "Ocurrió el 10 de septiembre de 1946, durante el viaje en tren que me llevaba al convento de Darjeeling para hacer los ejercicios espirituales. Mientras rezaba en silencio a nuestro Señor, advertí una llamada dentro de la llamada. El mensaje era muy claro: debía dejar el convento de Loreto (en Calcuta) y entregarme al servicio de los pobres, viviendo entre ellos". Aquella visión, que Teresa consideró de inspiración sobrenatural, fue una iluminación interior que presentó de inmediato una enorme complicación: cómo llevarla a cabo.

Recibió el permiso desde la Santa sede y empezó por llevar a los moribundos de las calles a un hogar donde ellos pudieron morir en paz y dignidad. También abrió un orfanato. Gradualmente, otras mujeres se le unieron de modo que, en 1950 recibió la aprobación oficial para fundar una congregación de religiosas, las Misioneras de la Caridad, que se dedicarían a servir a los más pobres entre los pobres. Cuando el 7 de octubre de 1950 el Papa Pío XII reconoció a la congregación, la institución de la Madre Teresa contaba con cientos de miembros en todo el mundo. Las Hermanas de la Caridad son casi 4,000 repartidas en 424 casas establecidas en 95 países de todo el mundo. Dispuestas a defender la vida, la congregación se movilizó en más de una ocasión en defensa de los derechos de los pobres , contra el aborto y la eutanasia.

No sólo el actual Papa expresó una especial admiración a la valiente misionera, sino que anteriores pontífices también le manifestaron su máximo respeto. Pablo VI le concedió en los años 60 un pasaporte diplomático vaticano a causa de una mediación humanitaria que la Madre Teresa realizó en Pakistán.

El Premio Nobel de la Paz llegó en 1979. La Madre Teresa lo aceptó con la misma humildad con la que siempre recibió los múltiples homenajes que se le concedieron y destinó a sus pobres los casi 12,000 dólares del galardón.

La Madre Teresa de Calcuta falleció el viernes 5 de septiembre de 1997 víctima de un paro cardíaco. Miles de personas de todo el mundo se congregaron forman largas filas en la Iglesia de Santo Tomás para despedirse de la Madre Teresa.

Teresa de Calcuta corresponde al modelo exacto de conducta que Juan Pablo II propone a la sociedad moderna y mantenía hacia la misionera una admiración incondicional. Además, ella rubricaba por completo y de forma activa la doctrina más discutida de la Iglesia: siempre ha condenado los anticonceptivos y viajado a varios países, entre ellos España, a protestar en persona contra las leyes de regulación del aborto o el divorcio. También creía que el sida era un castigo a conductas desviadas.

Una vida corriente hecha de continuos y pequeños actos heroicos de amor a Dios y a los demás. Eso es lo que subraya la Iglesia cuando beatifica o canoniza a un santo, y no lo acontecimientos extraordinarios. Por eso puede proponernos su vida y enseñanzas como modelo, porque son asequibles –en su esencia- a todos los hombres.

martes, mayo 01, 2007

En sentido espiritual¡¡¡


Joven, ¿estás progresando en sentido espiritual?

“AUNQUE asistía a las reuniones cristianas, no tenía un gran deseo de servir a Dios —dice un amigo al recordar sus primeros años de seguir a cristo—. Solía imaginar que gozaba de popularidad entre los compañeros de clase y que paseaba orgulloso en la institucion donde laboro. No tenía metas claras ni intenciones de progresar en sentido material solo espiritual.” Al igual que mi gran amigo, parece que numerosos jóvenes sencillamente carecen de rumbo en la vida y no tienen ningún deseo de alcanzar objetivos loables o realizar progresos.

Si eres joven, probablemente te entusiasme algún deporte o afición. Pero tal vez no sientas lo mismo cuando se trata de actividades espirituales. ¿Es posible ilusionarse con los asuntos espirituales? Piensa en estas palabras del salmista:

“El recordatorio de Jehová es digno, hace sabio al inexperto; el mandamiento de Jehová es limpio, hace brillar los ojos” (Salmo 19:7, 8). La Palabra de Dios logra que el “inexperto” actúe con sabiduría y le ‘brillen los ojos’. Así es, los asuntos espirituales pueden resultarte cautivadores y apasionantes. Ahora bien, ¿qué hace falta para que te sientas así? ¿Por dónde empezar?Motivación para servir a Dios, has de estar motivado. Analiza el caso de Josías, el joven rey de Judá. Cuando se halló en el templo el libro de la Ley de Jehová, mandó que se leyera en voz alta. Quedó tan impresionado que “quitó todas las cosas detestables de todas las tierras que pertenecían a los hijos de Israel” (2 Crónicas 34:14-21, 33).

La lectura de la Palabra de Dios lo impelió a hacer más en pro de la adoración pura.Tú también puedes cultivar el deseo de servir a CRISTO si lees la Biblia y meditas en lo leído. Eso mismo fue lo que motivó a Hideo. Él trabó amistad con un precursor —ministro de tiempo completo de los testigos de Jehová— de mayor edad, que era un estudiante diligente de la Biblia y se esforzaba por vivir de acuerdo con sus enseñanzas.

Muy alentado por su ejemplo, Hideo lo imitó y cultivó el deseo de servir a Dios y al prójimo. Su progreso espiritual se tradujo en una vida con sentido.

La lectura diaria de la Biblia puede motivar a los jóvenes. Takahiro relata: “Siempre que me acostaba y me daba cuenta de que no había cumplido con mi programa de lectura de la Biblia, me levantaba y me ponía a leerla. Eso me hizo percibir la dirección de Jehová.

La lectura diaria de la Biblia contribuyó muchísimo a mi progreso espiritual. Como me había resuelto a participar más en el servicio de Jehová, emprendí el precursorado regular poco después de graduarme de la escuela secundaria, y debo decir que disfruto mucho de él”.

Además de leer la Biblia, ¿qué más te ayudará a reforzar tu motivación para alabar a Jehová? Tomohiro, que aprendió la verdad bíblica de su madre, nos cuenta: “No me sentí profundamente conmovido por el amor de Jehová y el sacrificio redentor de Jesús hasta que acabé de estudiar el libro La vida sí tiene propósito, a los 19 años de edad. El aprecio por el amor de Dios me impulsó a aumentar mi servicio a Jehová” (2 Corintios 5:14, 15). Al igual que Tomohiro, muchos jóvenes se sienten animados a progresar en sentido espiritual cuando se aplican en su estudio personal de las Escrituras.

¿Y si, aun así, te falta el deseo sincero de servir a Jehová? ¿Hay alguien a quien puedas recurrir? El apóstol Pablo escribió: “Porque Dios [...] está actuando en [ti] a fin de que haya en [ti] tanto el querer como el actuar” (Filipenses 2:13). Si le pides ayuda al Dios, él te dará espíritu santo en abundancia para que no solo ‘actúes’, sino también ‘quieras’. Ello significa que el espíritu santo de Dios fomentará en ti el deseo de hacer el máximo en el servicio de Jehová y favorecerá tu crecimiento espiritual.

Por lo tanto, no dejes de confiar en el poder de Dios y de fortalecer tu motivación.Trázate tus propias metasUna vez resuelto a servir a Dios a mayor grado, tendrás que trazarte metas para hacer progresos espirituales. Mana, una joven cristiana, comenta: “Ponerme metas ha sido un gran aliciente. En vez de retroceder, me ha servido para avanzar con valor. Oraba sinceramente a Jehová en busca de orientación, y logré progresar sin perder de vista mis objetivos”.

Las metas deben ser alcanzables y realistas. Tal vez te propongas leer un capítulo de la Biblia a diario o emprender un trabajo de investigación, como por ejemplo, estudiar las cualidades de Dios reunidas bajo el subtítulo “Cualidades por nombre”, que aparece en la entrada “Jehová” del Índice de las publicaciones Watch Tower. Se enumeran unas cuarenta cualidades que puedes investigar, y tal estudio te acercará más a Jehová y te animará a hacer más por él. Otros objetivos alcanzables son comentar al menos una vez en las reuniones cristianas en que participa el auditorio, familiarizarte mejor con por lo menos un miembro de la congregación en cada reunión y no permitir que pase un día sin que le ores a Dios y hables de él a los demás.

Si aún no te has matriculado en la Escuela d Cristianos, también sería una buena meta. ¿Tomas parte en la predicación organizada? Si no, quizás desees prepararte para ser ministra(o) bautizado. Lógicamente, pensar en tu relación con Dios y dedicarte a él sería el . Muchos jóvenes se esfuerzan por vivir a la altura de su dedicación participando en el ministerio de tiempo completo. Aunque es conveniente que tengas metas, procura no desarrollar un espíritu competitivo. Disfrutarás más de tus logros si no te comparas con los demás (Gálatas 5:26; 6:4).Si crees que no estás capacitado para decidir qué metas realistas fijarte, sigue este consejo bíblico:

“Inclina tu oído y oye las palabras de los sabios” (Proverbios 22:17). Busca la ayuda de tus padres u otros cristianos maduros. Claro está, los padres y las demás personas que te aconsejen han de ser razonables y animadores. Si los jóvenes se sienten presionados a perseguir ciertos objetivos que otros les trazan, pueden descorazonarse, lo que arruinaría toda buena intención de ayudar. Esto fue lo que le pasó a una muchacha, que cuenta:

“Mis padres no cesaban de proponerme metas: matricularme en la Escuela del Ministerio de Dios, predicar, bautizarme y ser precursora. Yo hacía enormes esfuerzos por conseguirlas, pero ellos ni siquiera me encomiaban cuando las alcanzaba, sino que me ponían más. Aquello me hizo sentir presionada, cansada y sin ningún sentido de logro”. ¿Qué falló?

Todas eran buenas metas, pero no eran las de la joven. Para obtener buenos resultados, eres tú quien debe sentirse motivado y tomar la iniciativa en ponerse metas.Piensa en Jesucristo. Cuando vino a la Tierra, sabía lo que su Padre, Jehová, esperaba de él. Para Jesús, hacer la voluntad de Dios no solo fue una meta, sino una misión que cumplir. ¿Cómo consideró él su cometido? Él dijo: “Mi alimento es hacer la voluntad del que me envió y terminar su obra” (Juan 4:34). Jesús disfrutó efectuando la voluntad de Jehová y no defraudó las expectativas de su Padre.

Aquello era como alimento para él: se sintió contento y satisfecho al terminar la labor que se le había encomendado (Hebreos 10:5-10). Tú también puedes sentirte igual si tienes la debida motivación para hacer lo que tus padres esperan de ti.No desistas de hacer lo que es excelenteCuando te hayas trazado una meta, esfuérzate por alcanzarla. Gálatas 6:9 dice: “No desistamos de hacer lo que es excelente, porque al debido tiempo segaremos si no nos cansamos”. No confíes en tu propia fortaleza o capacidad. Vas a afrontar dificultades y es posible que a veces te sientas fracasado. Pero la Biblia nos asegura:

“En todos tus caminos tómalo [a Dios] en cuenta, y él mismo hará derechas tus sendas” (Proverbios 3:6). Jehová te sostendrá mientras procuras conseguir tus objetivos espirituales.Así es, si cultivas el deseo de servir a Jehová y te esfuerzas por alcanzar metas espirituales, harás que “tu adelantamiento sea manifiesto a todos” (1 Timoteo 4:15). Disfrutarás, pues, de una vida plena en el servicio a Dios.Espero q os haya gustado el artículo. A mi el apartado q mas me ha llamado la atención es el de "Trázate tus propias metas".

El ponerse metas realistas nos ayudará a progresar espiritualmente y a disfrutar del servicio a Jehová. Se aconseja de emprender un trabajo de investigación como el de estudiar las cualidades de Dios reunidas bajo el subtítulo "Cualidades por nombre", que aparece en la entrada "Jehová" del índice de las publicaciones Watch Tower. Había tratado las cualidades de Dios de otras maneras en mi estudio personal, pero esta me parece muy buenaza.

Lo voy ha hacer; a ver que tal. si alcanzo esta meta que me propuse contaré q tal me siento. Y ustedes, han alcanzado la meta que se propusieron? y como te sientes? Bendición!